La fiesta del Sagrado Corazón de Jesús se celebra el viernes que sigue al Corpus. Aunque ya se celebraba en las últimas décadas del siglo XIX, es en la década de 1950 cuando se empieza a celebrar la fiesta tal y como la conocemos en el día de hoy. A mediados de esta década, se comenzó a vestir los Corazones. Vestir o engalanar el Corazón de Jesús consiste en ponerlo en un altar y adornar su entorno con preciosas flores y otros sugerentes objetos ornamentales, que crean una hermosa y mágica armonía de luz y color, de aromas y texturas, donde las vecinas y vecinos emplean sus mejores galas, para realzar la devoción de quienes los acogen y de quienes los visitan. Los altares suelen engalanarse en el interior de algunas casas del pueblo, más concretamente, en las habitaciones del primer cuerpo de la vivienda, que poseen una ventana en la fachada principal de la misma, a través de la cual, se puede observar la imagen y su aderezado y embellecido entorno. No obstante, hay quien los adorna y acicala en la propia calle. El viernes por la noche, es habitual que las vecinas y vecinos de Dos Torres salgan de paseo y practiquen la arraigada costumbre de visitar los Corazones engalanados, tanto en las casas como en las calles, contemplando con verdadera admiración, el amor y cariño que sus convecinos depositaron en la realización de sus obras.
La fiesta del Sagrado Corazón de Jesús se celebra el viernes que sigue al Corpus. Aunque ya se celebraba en las últimas décadas del siglo XIX, es en la década de 1950 cuando se empieza a celebrar la fiesta tal y como la conocemos en el día de hoy. A mediados de esta década, se comenzó a vestir los Corazones. Vestir o engalanar el Corazón de Jesús consiste en ponerlo en un altar y adornar su entorno con preciosas flores y otros sugerentes objetos ornamentales, que crean una hermosa y mágica armonía de luz y color, de aromas y texturas, donde las vecinas y vecinos emplean sus mejores galas, para realzar la devoción de quienes los acogen y de quienes los visitan. Los altares suelen engalanarse en el interior de algunas casas del pueblo, más concretamente, en las habitaciones del primer cuerpo de la vivienda, que poseen una ventana en la fachada principal de la misma, a través de la cual, se puede observar la imagen y su aderezado y embellecido entorno. No obstante, hay quien los adorna y acicala en la propia calle. El viernes por la noche, es habitual que las vecinas y vecinos de Dos Torres salgan de paseo y practiquen la arraigada costumbre de visitar los Corazones engalanados, tanto en las casas como en las calles, contemplando con verdadera admiración, el amor y cariño que sus convecinos depositaron en la realización de sus obras.