El gran atractivo que Dos Torres posee, se refleja, sobre todo, en la singularidad y monumentalidad de su Plaza Mayor de la Villa. Lo más característico de esta plaza son sus soportales, edificio que constituía la antigua cárcel de Torremilano, sin paralelismos en la comarca de Los Pedroches, fiel reflejo de la simbiosis y el mestizaje de la arquitectura de Dos Torres, que guarda numerosas semejanzas con la arquitectura castellana y extremeña, por la localización geográfica en la que se sitúa la comarca en general y el municipio de Dos Torres en particular, limitando con Castilla la Mancha y Extremadura, dando pie a numerosas connotaciones comunes con las costumbres de estas tierras.
El gran atractivo que Dos Torres posee, se refleja, sobre todo, en la singularidad y monumentalidad de su Plaza Mayor de la Villa. Lo más característico de esta plaza son sus soportales, edificio que constituía la antigua cárcel de Torremilano, sin paralelismos en la comarca de Los Pedroches, fiel reflejo de la simbiosis y el mestizaje de la arquitectura de Dos Torres, que guarda numerosas semejanzas con la arquitectura castellana y extremeña, por la localización geográfica en la que se sitúa la comarca en general y el municipio de Dos Torres en particular, limitando con Castilla la Mancha y Extremadura, dando pie a numerosas connotaciones comunes con las costumbres de estas tierras.
El edifico actual fue cárcel pública, concluida en 1704. En aquella época, el Concejo adquirió unas casas para agregarlas a las viejas ruinas de la antigua cárcel para realizar una nueva.
Los soportales están formados por pilares de sillares de granito sobre los que apoyan arcos escarzanos de ladrillo, presentando un segundo piso con columnas de piedra sobre plintos del mismo material y balaustrada de madera.